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sábado, 21 de septiembre de 2013

Primeros días de trabajo

Esta semana las cosas han ido mejor. El tiempo ha sido estupendo, ya que no ha hecho frío y hemos tenido más sol que lluvia estos días, y poco a poco las cosas se van normalizando, tanto en casa como en el trabajo. Hoy os voy a hablar un poco sobre el sitio al que he venido a trabajar (y a aprender) aquí: la University of Bristol.
 
 
Se trata de una de las dos universidades de Bristol, ya que aquí también está la University of the West of England. Eso, y el carácter alternativo de esta ciudad, explican la gran afluencia de jóvenes procedentes de todas las partes del mundo. En mi departamento, sin embargo, la mayoría de miembros son nativos procedentes de diferentes partes de Gran Bretaña. A mí eso me parece una gran suerte pensando en la posibilidad de mejorar mi inglés y de conocer a los locales, que suelen ser algo esquivos con los extranjeros, aunque a día de hoy supone un gran desafío a la hora de integrarse en las conversaciones. Así que en mi primera semana me dediqué básicamente a sonreír mucho y hablar poquito, sobre todo el primer día, en el cual Julian hizo de maestro de ceremonias en las presentaciones. Incluso tenía un protocolo para eso, como podéis ver más abajo...
 
 
Resulta que Julian, el hombre por el que vine aquí en definitiva, nunca había tenido que presentar formalmente a un nuevo miembro, así que en nuestra primera reunión como miembros del mismo equipo se mostró inesperadamente nervioso por algo que también era nuevo para él. Eso fue divertido, y yo traté de ayudarle (no hay que ser rencoroso, ¿verdad?) indicándole sonriente qué pasos estaban ya resueltos mientras él tamborileaba incesantemente sobre la mesa. En esencia, me presentó a más de 20 personas en apenas un par de horas, desde personal administrativo hasta su propia jefa, frente a la que bromeó diciendo que "aquí es donde tienes que venir a quejarte si tienes problemas conmigo". También me presentó a varios colegas que están al tanto del proyecto en el que andamos metidos, con una tarjeta de presentación parecida a "este es el chico que ha venido a incorporarse al proyecto que va a convertir mi vida en un infierno hasta mayo". Yo no sería tan drástico aún, aunque lo cierto es que los primeros días he tenido que echar horas extra casi sistemáticamente, y no creo que pueda bajar el ritmo por ahora. 
 
Julian está fuera esta semana, pero me ha emparejado con Katt (Katherine), que es inteligente, amable y muy eficiente en su trabajo, así que esta semana nos hemos reunido casi a diario y hemos ido avanzando bastante entre los dos. Para mí es muy agradable reunirme con ella, ya que siempre resolvemos problemas (en especial ella a mí) y además acabamos hablando de temas ajenos al trabajo. Estos días, Katt me ha preguntado muchas cosas acerca de España ya que, después de un mes de agosto sin poder cogerse vacaciones, su novio y ella tienen planeado visitar Málaga y Granada a finales de octubre y quieren aprovechar muy bien los días libres que han pedido en sus respectivos trabajos.

2 comentarios:

  1. Lo del "proyecto que va a convertir mi vida en un infierno hasta mayo" es una frase genial. Si os la tomáis con humor y como un "mantra" al que recurrir cuando todo os parezca muy complicado, hasta puede ser divertido. El problema es qué decir cuando ya estéis en junio ;-)

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  2. Jeje, desde luego! El mismo día de las presentaciones hubo un momento en el que Julian debió pensar que me estaba asustando (y tenía razón), así que se volvió hacia mí y me dijo "tranquilo, a partir de junio la vida mejorará". Creo que iré alternando las dos a lo largo de estos meses :D

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